Un lector nos afeó hace poco nuestro desdén por los nombres correctos de los municipios, con especial énfasis en el caso de Santa María de Guía, al que normalmente apeamos del santoral sin otra explicación más convincente que aquella que tiene que ver con la necesidad de que nos cuadren los titulares. Pero tiene razón, se llama Santa María de Guía, aunque le sigamos llamando Guía. Pues en Guía, decíamos, un grupo de ciudadanos se ha puesto manos a la obra y ha iniciado una muy particular cruzada contra el tráfico de drogas en la ciudad. Y nada mejor que empezar por la concienciación, de modo que lo primero que han hecho es lanzar proclamas a través de Internet, por donde han difundido un “primer boletín de Padres Preocupados” en el que se cuentan cosas muy fuertes.