Cualquiera que hable estos días con el abogado grancanario Javier Artiles puede escuchar de su boca que él no es hombre del PP, “ni del núcleo duro ni del núcleo blando”, como asegura. Es concuño de Mario Romero Mur, uno de los más íntimos amigos de Soria y presunto candidato a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, y forma parte de ese equipo de ejecutivos y profesionales de mediana edad que han pasado a mejor vida desde que el PP tocó gobierno. Les podemos garantizar que si Javier Artiles no ha tenido que ver con este concurso del servicio de hemodiálisis sí ha sido un espectador de tribuna preferente. Su empresa Avericun es la concesionaria del servicio de hemodiálisis del Área Sur, pero sorprendentemente renuncia a presentarse al mismo negocio en el Área Norte. Sin embargo, sí aparece facilitando que el empresario Javier Jorcano (Improcansa-torres del canódromo) adquiera la mercantil Lifeblood al óptico grancanario Eduardo Murillo, que a su vez la había comprado en 2008 al traficante de empresas valenciano Cerdá Sanjuán, proveedor, entre otras miles de personas, de implicados en la trama Gürtel. Puede ser que Artiles renunciara al concurso para evitar procaces sospechas por ser abogado externo de Gestión Sanitaria de Canarias, organismo dependiente de la Consejería de Sanidad, donde ha sido un hombre muy influyente hasta la marcha de Mercedes Roldós. Entró con el PP en 2007 y ahí sigue, como sigue el núcleo duro, con perdón, del PP sanitario.