Tienen razón los que aseguran que José Miguel Pérez no ha empleado un solo minuto de su tiempo en descalificar a su adversario en las primarias canarias. Los de Santiago Pérez lo reconocen, pero añaden a continuación que del trabajo sucio se ocupaban otros. En fin. Lo cierto es que la campaña de primarias ha cogido a José Miguel Pérez más de la mitad del tiempo en Madrid, a donde acude con cierta frecuencia para hacer gestiones propias de su cargo y de su interlocución. Al día siguiente de las primarias, sin ir más lejos, el presidente del Cabildo se levantó a las cinco de la mañana para viajar a la capital, donde tuvo cinco reuniones, cinco, con un ministro (Blanco) y cuatro secretarios de Estado. Con todos ellos abordó asuntos como las tasas aeroportuarias, las subvenciones al transporte de viajeros y mercancías, las aguas interinsulares, así como la política ferroviaria en Canarias. Pero también habló Pérez de la reforma del REF y de las enmiendas que el PSC presentará a los Presupuestos Generales del Estado. Hace tiempo que es el interlocutor más eficaz entre el Gobierno de España y Canarias, y tras las primarias, se ha disparado su prestigio ante la dirección federal de Ferraz.