La noticia más sofisticada de los mítines socialistas del fin de semana había que buscarla en los mensajes destinados al mercado interior, es decir, a los que andan buscando qué dobleces nos deparará la política de pactos después del 22 de mayo. Hubo un par de detalles muy generosos por parte de los mitineros. El primero que le puso las patas por delante al PP fue Saavedra, que habló de “esos lumbreras” que le han obligado a dotar nueve millones en los presupuestos de 2011 para pagar pufos viejos. Sin reverencias florentinas descalificó de un plumazo la ocurrencia de Cardona de bajar impuestos y ejecutar el proyecto del Guiniguada (“¡Imposible!”, resumió el alcalde). Pero también le marcó el territorio al “señor Román”, al que le achacó que los túneles de la Avenida Marítima sigan desnudos tantos meses después de su desconchabo. Pero había que esperar a José Miguel Pérez para escucharle decir de modo contundente que piensa “quitarle la presidencia a Coalición Canaria” y evitar que “esos dos pájaros de extraño cortejo” (en referencia clara a Paulino Rivero y José Manuel Soria) “vuelvan a entenderse como han hecho ya tres veces seguidas”. Una contundencia hasta ahora inédita que amenaza con repetirse unas cuantas veces más a lo largo de lo que queda de mes, ya verán. Desconocemos los motivos concretos de ese salto cualitativo del candidato socialista, pero quizás tenga que ver con los resultados encuestas federales que Zapatero le comentó este sábado: el PSC va a ganar las elecciones en Canarias y es más que probable que con cierta diferencia respecto al siguiente (¿24?). ¿Y Saavedra? Él está seguro de revalidar la mayoría absoluta. Así que, campaña tenemos.