Se armó buena en el voleibol canario tras lo comentado aquí ayer mismo de la denuncia contra el Hotel Cantur por tener jugadoras fuera de la legalidad. El presidente del club es Quico Cabrera y no el empresario Agustín Marichal, principal patrocinador, que viene a ser la persona que tenemos controlada muy cercana al comisario Gil Rubiales, acelerador nuclear de la denuncia contra los canariones. Marichal y Gil Rubiales se conocen desde hace tiempo, desde que el segundo estuviera destinado en Las Américas, de ahí que se encuentren a menudo y compartan mesa y mantel, como decíamos. Sigue siendo un misterio la identidad de quién presentó la denuncia, y si fue en Tenerife o en Gran Canaria, lo importante es que el empujón nació desde la primera isla. Oficialmente es un aficionado del Grupo 2002 Murcia, equipo cuyo presidente también presume de su amistad con el referido comisario.