El buen ambiente y la camaradería reinaron en todo momento durante el almuerzo gubernamental, en un ITC vestido de gala gracias al esfuerzo de su director, Gonzalo Piernavieja, empeñado en divulgar todo lo bueno que se hace en ese centro investigador. La comida la sirvió Mararía, con un atentísimo Octavio Chirino permanentemente en el salón. La tranquilidad sólo la quebraron los teléfonos móviles, especialmente los que contenían llamadas urgentes para el presidente. El más inquieto de los interlocutores fue Pío García Escudero, portavoz del PP en el Senado, donde por la tarde se debatía una moción de reprobación de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Escudero no consiguió convencer al presidente de que CC cambiara su abstención por un voto favorable a la reprobación, que finalmente sólo apoyó el PP. Y ahora, los Presupuestos en el Congreso. Ay, Mariano, que te estrellas.