Están encantados con las Islas Canarias, y más concretamente con Tenerife, en la discográfica y en la organización de la gira del cantante Alejandro Fernández, que anda recorriendo España con ese estilo y esa voz que da gusto verlo. Y están encantados no sólo por la acogida que están teniendo sus discos y por el incremento de seguidores que cosecha allí donde mueve sus caderas y hace sus gorgoritos. En Tenerife, además, la generosidad del Ayuntamiento de Santa Cruz a la hora de tirar de talonario pasará a los anales de la historia de la promoción de espectáculos en España. La promotora que tenía los derechos para el concierto tinerfeño se quedó con dos palmos de narices al comprobar cómo otra productora, muy cercana a la alcaldía y a todo el tinglado que hay montado alrededor de la industria audiovisual canaria, incrementaba la oferta económica y se quedaba con la fecha del artista. Para que se hagan una idea, Santa Cruz pagó 20.000 euros más de caché y los pasajes de la troupe desde América a Tenerife y de allí, a la Península. Un lujo.