Vamos a ver: si el temporal de viento fue el lunes y Tenerife se encuentra en el centro de las Islas, a 45 minutos en avión del punto más alejado de Los Rodeos, ¿cómo es posible que el consejero de Agricultura haya sido superado por los acontecimientos y por la vicepresidenta del Gobierno del Estado, que reside en Madrid, a dos horas y media de la cuestión? Porque fue este viernes, deprisa y corriendo, cuando Rodríguez Zaragoza se despertó, contó un par de chistes y se lanzó a la dura tarea de visitar cultivos (plátanos y tomates, mayormente). Sin embargo, no llegará a Gran Canaria hasta este lunes, en que iniciará una visita de evaluación que ya han hecho otros. Para entonces se habrán apagado los ecos de la visita de Fernández de la Vega y ya estarán en los ministerios preparando las órdenes para aplicar el Real Decreto, que por cierto, hay que atribuirle con todos los honores al siempre inquieto José Segura.