Lo hemos intentado, pero no ha habido manera. El presidente del Club Natación Metropole, Manuel Herrera Macario, ha utilizado los más torpes mecanismos que ofrece la tecnología de la comunicación para evitar pronunciarse públicamente sobre el asunto que tiene entretenida a la señera entidad grancanaria. Ya saben, eso de que el gerente que controla las perritas del club haya tenido recientemente una sentencia condenatoria por estafa. Nada del otro mundo que lleve a Macario a hablar, porque fue muy burda la manera que tuvo de darnos esquinazo (“espere un momento, que se me corta”; “tu-tu-tu”; “el teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura”). Tras intentarlo en repetidas ocasiones, el periodista fue atendido por un relaciones externas que nos remitió a lo que Macario dirá el día 15 en una asamblea del club. No sabemos si ese día nos funcionarán a nosotros los teléfonos para atenderle como se merece.