Reapareció este viernes como un ciclón el consejero de Economía y Hacienda, José Carlos Mauricio, con lo que logró dejar en evidencia todos los rumores sobre que andaba en horas bajas y alejado de los focos y los actos oficiales por temor a una respuesta inoportuna o prescripción presidencial. Apareció en San Bartolomé de Tirajana y se atrevió con los tres temas de mayor enjundia que actualmente ocupan a la gente del sur grancanario: sí a un Corte Inglés en el municipio; sí a la autopista hasta Mogán y sí a la concesión de 3.500 camas excepcionales, pero la mitad para Björn y la otra mitad para Eustasio. Está vivo pese a algunos desplantes de sus compañeros de Gobierno y de su presidente, pero sigue en el machito y allí permanecerá hasta que lo considere oportuno. Porque coincidirán con nosotros que le sobra astucia, capacidad política e instinto de supervivencia como para renacer cada vez que quiera. Y lo que sabe y calla.