Las secuelas de la moción de censura de Arrecife y el asalto al poder por parte de los corruptos no se harán esperar. Los cándidos anuncios de Cándido Reguera de que habrá paredes de cristal y mucha decencia terminarán por no creérselos ni él mismo. De entrada ha nombrado concejal de Urbanismo a Pedro de Armas, un personaje que el famoso Fernando Becerra define como un fuera de serie para los negocios desde lo público. Pero hay una evidencia aún mayor de las que todo el mundo rumorea en Lanzarote. El juez César Romero Pamparacuatro dice tener “indicios suficientes de la existencia de un delito de estafa o malversación de caudales públicos y falsedad documental por la cual Pedro de Armas Sanginés, antiguo consejero de Inalsa, habría obtenido o detraído de sus arcas más de 130 millones de las antiguas pesetas a través del mecanismo de facturas falsas”. Empezamos bien, don Cándido.