Continúan produciéndose novedades en torno al traspaso de poderes en algunas de las asociaciones y federaciones hasta ahora tuteladas y ensoleradas por el presidente de la Cámara de Comercio, José Miguel Suárez Gil, empeñado en demostrar al mundo que, además del frente marítimo, hay que potenciar al pequeño comercio y las relaciones con África y Tenerife. Todo a la vez, claro. En estos días ha celebrado una ilusionante reunión con el personal del kiosko de León y Castillo, donde conviven Fedalime, Feprodeco, Fedac y demás yerbas, para informar de lo que habíamos contado aquí acerca de la marcha de la señora Alcaide a la Cámara de Comercio y el más que previsible regreso de Fernández Belda, que no irá como jefe, sino como okupa judicial. Como hombre fuerte de la vía plateada en León y Castillo, Suárez Gil ha designado a Francisco Palero, al que ya hemos mentado aquí en alguna ocasión como representante plateado en Arucas. Palero fue en su día un importante dirigente comunista español que en su momento recaló por Canarias, más concretamente por la ciudad de las flores, detrás de una empresa a la que le han sido adjudicados interesantes contratos de la Agenda 21, que promueve el Gobierno. Pues bien, Palero es, además de todo eso, hombre cercano a Aurelio Ayala, jefe de campaña, y de ahí, probablemente, a la vía plateada. De hecho ya es, además de delegado comarcal de la Cámara de Comercio en Arucas, presidente de Fedac, una de las asociaciones de Suárez Gil dedicada a velar por las nobles actividades clasificadas.