Insuperable. Pocos líderes políticos pueden alcanzar el grado de sabiduría y de expresión que presenta la presidenta del PP de Fuerteventura, Águeda Montelongo, en estos momentos lideresa de la oposición en el Cabildo de esa isla. Este miércoles se vio obligada a llamar a la prensa para matizar unas declaraciones suyas de la misma mañana en las que justificaba el enchufismo en las administraciones públicas siempre que se hiciera con el glamour y el estilazo que ella destila en sus decisiones políticas. Después de quejarse de que el grupo de gobierno (CC-PSOE) haya colocado por la remanguillé a nada menos que 29 cargos de confianza, la señora Montelongo se curó en salud diciendo que eso está bien, que “el enchufismo es necesario” (sic) pero que hay que tener en cuenta la crisis para ser un poquito más austeros. Se curaba en salud, decimos, porque queriendo como quería incordiar a los socios del gobierno insular, sabe muy a las claras que ella no es el mejor ejemplo para presumir de limpieza y de austeridad en el nombrar, y mucho menos en el Patronato de Turismo de Fuerteventura, donde enchufó en el mandato recientemente concluido a una buena pandilla de colaboradores que le echaron una manita en aquel caso de las invitaciones todo incluido a senadores y altos cargos del PP a cuenta del dinero público. Por cierto, ahora que lo mencionamos, ¿qué fue de aquella investigación judicial instada por un ex del PP y avisada por el PSOE? Miren a ver, que por la boca muere el pez.