Lo malo del ofrecimiento de Carmen Guerra es que resultará muy atractivo para La Noria, un programa que se caracteriza por tratar algunos asuntos de la manera más morbosa contemplada en el manual de las cadenas televisivas ávidas de incrementar las audiencias en los tiempos que corren. Porque, sinceramente, puede ser muy atractivo para La Noria ponerle un micrófono delante a esta señora para que, por ejemplo, suelte que “nadie nos puede dar lecciones de telebasura o de pornografía a los canarios'' o, ya metida en faena, ”todo esto es culpa de Zapatero y de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que fomenta el libertinaje entre los jóvenes para que acaben todos fornicando en la calle o detrás de una duna“. Lo peor de todo esto es que el escándalo del cruising ha dejado en un segundo plano una noticia que haría bien en alarmar a Carmen Guerra (y a todos los políticos canarios): en las islas hay más de 53.000 analfabetos, de los que unos 3.000 tienen entre 16 y 31 años.