Los primeros síntomas tras el cataclismo que ha dado lugar a que Nueva Canarias incremente su respaldo electoral y pierda poder casi en la misma proporción no apuntan desde luego a que ese partido estudie autodisolverse o integrarse mansamente en Coalición Canaria. Más bien todo lo contrario. Paco Santiago, ex alcalde de Telde, anuncia que dará guerra desde la oposición a ese pacto de CC con Ciuca y el PP; los recién estrenados concejales de Las Palmas de Gran Canaria prometen mucha caña a Cardona, y Román Rodríguez ya va avisando de que utilizará el Parlamento de Canarias para relanzarse como líder político regional de cara a las elecciones generales, a las que piensa presentarse en solitario, sin componendas ni alianzas de ningún tipo. Y dice que dará la campanada, que ya metidos en éxitos electorales, “un diputadito por lo menos sacamos”. O sea, él mismo, a ver si nos entendemos. Si Paco Santiago fue el pretexto para mandar a Nueva Canarias a la oposición en Telde, da por hecho que Bañolas no cederá en el Cabildo con tal de verlo a él fuera de las áreas de poder, aunque renuncie a su acta como propusieron los teldenses con el ex alcalde para evitar el pacto que finalmente se consumó.