Y ya que andamos metidos en la política conejera, que es muy dura a la par que variable, aprovechamos para contarles que no sólo la larga y habilidosa mano de Mauricio y la entretenida manguera -con fósforos incorporados- del bombero pirómano hacen cambiar los designios de la historia. También lo hacen, por ejemplo, influyentes patriarcas familiares. Es el caso de don Antonio Lorenzo, padre y guía político de los hermanos Lorenzo, de nombre Augusto y Antonio. El primero, el patriarca, fue presidente del Cabildo lanzaroteño en otras calendas; el segundo es, por obra de los repartos previos a las rebajas de verano, consejero de Política Territorial del Gobierno de Canarias, donde ha sido el tercero director general. Pues bien, cuando se vieron venir los resultados electorales, el patriarca reunió a los suyos y dio las instrucciones precisas: “Va a ganar Dimas, así que a distanciarse de Becerra”. Los vástagos obedecieron a pies juntillas. Tanto que corrieron a abrazar, cuan conversos del pilismo, al siempre tan admirado Dimas Martín. Cosas de la coherencia.