El que ha cursado la orden de vetar a Carlos Sosa es Juan Francisco García, dueño de Canarias7, que probablemente ordenó al director del periódico, Francisco Suárez Álamo, a poner el teléfono en el modo manos libres cuando telefoneó a Televisión Española para comunicar tan gloriosa decisión. García nos tiene en el punto de mira por muchas cuestiones, todas ellas confluyendo en una sola cosa: la cruda verdad, que duele y mortifica que es un gusto. Un ex socio de esta casa, José Francisco Henríquez, no le pidió permiso para presentarse a la presidencia de La Caja y desde entonces García se ha propuesto que arda en su infierno particular. Para colmo, este periódico lo ha contado todo, incluidos los miedos de ese editor a que cualquier cosa del pasado pueda aflorar de modo imprevisto, porque es para él una desgracia que no nos arrodillemos, que no le tengamos miedo como otros le tienen.