La historia que les vamos a contar ocurrió en ese municipio al que tanto afecto guardamos por sus múltiples singularidades que es el Puerto de la Cruz, en Tenerife. Un piano, perteneciente al Centro de Educación de Adultos, ubicado por obra y desgracia de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias en la Universidad Popular Municipal Francisco Afonso, desapareció del vestíbulo de la noche a la mañana. Cuando alguien se percató y preguntó por el paradero del piano, como siempre, nadie fue y nadie sabía. Conclusión, portuenses: el piano debió salir solo y darse un garbeo quién sabe por qué parrandas insulares. Denunciada la desaparición por la directora del centro y por la oposición socialista, la detectivesca averiguación del concejal responsable, el de Cultura, culminó con el rescate del preciado instrumento.