Juegan con las cosas de beber y no pasa nada. José Manuel Soria culpó este martes a los técnicos de haberle aconsejado cuando era alcalde que construyera una planta de desalación de agua de mar por el sistema de compresión de vapor, en lugar de la de ósmosis inversa, de un mantenimiento más económico. Es curioso escuchar esa explicación en un alcalde cuyo Ayuntamiento se especializó en informes técnicos a la medida cuando de adjudicar un concurso al favorito se trataba (ver caso Isolux, por poner sólo un ejemplo). La noticia es que la planta Las Palmas-Telde, con capacidad para 50.000 metros cúbicos diarios está paralizada tras invertirse en ella 100 millones de euros. Los motivos son económicos, pero analicemos a quién beneficia y a quién perjudica el estado cataléptico de esa planta.