Arcadio Díaz Tejera pasa sus vacaciones más desconcertantes en La Palma a la espera de verse con Saavedra y escuchar de su boca la confirmación de lo que todos dan por confirmado. Mientras, en Las Palmas de Gran Canaria, los que se creen guardianes de las esencias arcadistas tratan de mover alguna ficha para estar bien situados en el nuevo escenario y que nadie les llame papafritas. Algunos han llegado a insinuar a la dirección local del PSC que es preciso que sea Saavedra el que dé explicaciones satisfactorias a Díaz Tejera y el que busque las salidas más elegantes ante la situación creada. Los promotores de la alternativa rechazan tal pretensión y miran para la dirección insular. Otros arcadistas han pretendido insinuar que el aspirante a alcalde debe hacer un hueco de salida a un hombre fuerte del desbancado, tipo Néstor Hernández, que controle desde el área pequeña. De dos va a ser que no, que allí va una mujer. Y de tres hay dudas.