Contra la mencionada concesión en la cantera de Roque Ceniciento hay recursos. Uno es de una empresa privada -Matías Marrero-, y parece el más fácil de negociar sin abandonar el ámbito del sector privado, con los matices habituales (quítame esto de aquí y tendrás lo que es tuyo allá). Pero hay otro interpuesto por la Asociación de Empresarios de la Construcción que tiene peor color para los acostumbrados al chanchulleo. Ése no va a pararse, porque lo contrario dejaría en delicada posición a la presidenta de esa patronal. Ya han sido varios -alguno directamente implicado-, los que han ido con el cuento de que lo mejor sería que se perdiera en un cajón y, de momento, el bastión resiste. Habrá nuevos ataques.