A Cervantes lo despidió Mayoral por “pérdida de confianza”. No hacía falta ser muy listo para saber que el nuevo presidente portuario iba a prescindir del equipo de trapisondistas que acompañó a Arnáiz en esos aciagos dos años que tanto perjudicaron al interés general en el Puerto. Por eso, junto a Cervantes, Mayoral despidió a Teresa Cruz, la esposa de Larry Álvarez, antes de calentar la silla. Para despedir a Cervantes, el servicio de Recursos Humanos buscó en la base de datos un modelo de carta que sirviera, y vino a encontrar uno redactado por el mismísimo Cervantes en 2003, cuando decidió echar al jefe de prensa del organismo, Manolo Vidal, por los mismos motivos oficiales. El motivo real lo estuvo exponiendo verbalmente y con ese tonillo chulesco que caracteriza a los revanchistas el propio Cervantes por los pasillos y despachos del Puerto. “ así se entera todo el mundo quién manda aquí”. Vidal ha regresado a su puesto, y Cervantes pelea para que le readmitan, vía nulidad de su despido.