Es verdad que no puede tener credibilidad alguien que quiere ser presidente de Canarias desde las filas del mismo partido (CC-ATI) que lleva años utilizando la Administración pública para el pesebrismo. Es imposible que podamos creer a Paulino Rivero acerca de esos códigos de ética y buen Gobierno que ahora promete porque en el mismísimo Boletín Oficial de Canarias de este martes, el mismo día en que el del pandero se lanzaba a tararear algo sobre la transparencia, se publicaba el primer enchufe de la legislatura: la hasta ahora secretaria de Dulce Xerach Pérez López en la Viceconsejería de Cultura ha sido nombrada secretaria de dirección de la Dirección General de Deportes, con sede en Las Palmas de Gran Canaria y en puesto de libre designación. Es decir, personal de confianza. ¿De confianza? ¿De quién, si todavía no se han nombrado los altos cargos? Que conteste don Paulino, si es tan amable.