Cunde el nerviosismo en el PP canario hasta límites insospechados, como estamos viendo un día tras otro. Australia Navarro mete gas (con perdón) a los casinos, a ver si da tiempo de alguna chapucilla; Luis Soria adjudica a toda pastilla, no vaya a ser. Y Montelongo, nuestra inigualable Águeda Montelongo, aprieta a los Ayuntamientos de su partido para que presenten planes que financiar con el muy famoso Prometeo, destinado a la formación de desempleados y a la creación de empleo, valga la rima. En el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria trabajan hasta de noche inventando planes para talleres de empleo, escuelas taller y casas de oficio. Proyectos por un tubo que persiguen, claro está, el bien del desempleado y no dejar las arcas vacías para cuando llegue el sustituto que llegue. Nunca perderán el estilo y el glamour, y ahora mucho menos.