En lo judicial y administrativo, Arnáiz se dispone a pasar un interesante y duro calvario. En lo político será otro cantar. Mientras Mauricio y Adán Martín mantienen su confianza en presidente portuario y aseguran que cuanto más les pidan su cabeza, más se blinda, el PSC insiste en que es necesaria su destitución para evidenciar que las cochinadas se pagan. De ser cierta esa postura inflexible, nos imaginamos a los socialistas apoyando abiertamente las mociones del Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Las Palmas con las que CC pretende poner a Soria y Luzardo en un brete. Si sus declaraciones públicas son verdaderas, la alcaldesa deberá apoyar la moción contra Arnáiz, mientras que Soria debería oponerse, en función de lo dicho en público. Veremos cómo anda el grado de contradicciones en esa nueva era soriana.