Uno de los fundamentos de la felicidad que nos tiene prometida Adán Martín es el fin de las distancias entre las Islas Canarias. El presidente del Gobierno cree que es posible superar con imaginación y audacia esos brazos de mar que tanto nos separan. Ha llegado a hablar incluso de la posibilidad de que los trenes vayan de un lado a otro, de un peñasco al de al lado, sin interrupción alguna y a ser posible a toda velocidad. Además de la tecnología y la ingeniería, algo más ha de cambiar en Canarias. Por ejemplo, la Guardia Civil que vigila en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Anoche mismo, la noche de este miércoles, se armó una buena gracias al exceso de celo de un número de la Benemérita que montó un ídem a un camión procedente de Gran Canaria. No se lo pierdan, que tiene su cosa.