Es una pena que tan ambiciosos planes urbanísticos hayan tropezado con dificultades de tipo legal, con algunas corporaciones municipales de Arrecife con dificultades para interpretar correctamente el interés público y con unos preceptos, conocidos en España como leyes, que dificultan en ocasiones el pelotazo. El Islote del Francés, como hemos venido contando, tiene sobre sí de manera solapada una doble carga. Si es de titularidad portuaria, resulta imposible ejecutar sobre él cualquier cosa que no tenga que ver con el Puerto, o en el mejor de los casos, con el desarrollo Puerto-Ciudad. Y si está sujeto a la Ley de Costas, el deslinde reduciría su suelo libre a menos de 10.000 metros cuadrados. Que tiene afección portuaria se sabe desde 2004, cuando el ministro de Fomento de entonces, Francisco Álvarez cascos, aprobó el Plan de Utilización de Espacios Portuarios del Puerto de Arrecife.