Dice el fiscal Pallarés en nombre de “esta Fiscalía Provincial” que lo mejor que podemos hacer todos para no caer exhaustos ante una visión extraordinaria e imprevisible es mirar al dedo y olvidarnos de la luna. El representante (de momento), del Ministerio Público en la causa abierta para investigar el concurso de la hemodiálisis de la Consejería de Sanidad anda empecinado en convencernos a todos de que allí no ha pasado nada, y que de haber pasado algo, todo se limitó a las expresiones despendoladas de la doctora Palop, que dijo lo que dijo para luego contradecirse. Cualquiera que se lea el auto de archivo de esta primera fase de las investigaciones, las referidas a un presunto cohechito en un concurso de menor cuantía del año 2009, llega inmediatamente a la conclusión de que alguien ha intentado extender una espesa cortina de humo sobre el resto del fenómeno. Y ese alguien se llama Leocadia Palop, a la que han pretendido endilgar muy sibilinamente una parte magra de las responsabilidades para que, precisamente, ella se encargara de poner el primer cortafuego. Pero salvado ese escollo, la investigación parece continuar con velocidad de crucero hacia donde se tomaron las decisiones determinantes.