Pero el camino de Romero Pi hasta lograr ser el mejor colocado para la ZEC no ha estado alfombrado sólo por rosas. No es que la pelea haya sido sangrienta, pero ha habido al menos un candidato más: Rafael Molina. El economista grancanario se ha quedado atrás y eso que no le han faltado apoyos de peso. Él era el hombre de Pedro Solbes y Fernández Ordóñez, pero en este caso han primado los criterios más locales. Al fin y al cabo la Zona Especial Canaria es puramente autóctona como su propio nombre indica. Y así las cosas, Romero Pi, se asegura el cargo contando con la bendición de José Segura y Juan Carlos Alemán. Pi al cuadrado, vamos.