Piden en su comunicado los miembros de la Sala de Gobierno del TSJC “respeto a la independencia judicial, en evitación de toda manipulación o politización de cualquier asunto judicial fuera de los cauces legalmente establecidos”. Lo dábamos por hecho antes de ese solemne acuerdo hecho público este jueves. Lo que no tenemos muy claro es que esa independencia judicial haya sido pura durante la tramitación del sumario de Carmelo Padrón, que estuvo danzando por los tribunales trece años sin que nadie hasta la fecha haya producido una explicación razonable. O al menos una explicación que pueda ofrecer a la ciudadanía, con la misma diligencia, la Sala de Gobierno del TSJC. Se puede discrepar de las actuaciones del Poder Judicial, estaría bueno, con todo el respeto a su independencia, pues claro, pero tiene todo el derecho del mundo Carmelo Padrón a criticar la contaminación política sufrida por su caso. Crítica a la que nos unimos desde el primer día y aún hoy sostenemos. Con la venia y con todos los respetos, señorías, pero lo mantenemos.