Cándido Reguera, Carmen Guerra... son algunos de los dirigentes del Partido Popular que han acudido raudos y veloces a retratarse junto a Aminetou Haidar al aeropuerto de Lanzarote. Mola eso de salir en la foto junto a la activista saharaui porque lo políticamente correcto es apoyar su lucha, su empeño por que Marruecos la deje entrar en el Sáhara para reunirse con su familia y, de paso, rescatar del olvido la vieja lucha del pueblo saharaui por su territorio y su independencia. Pero una cosa es la foto (esa de la que el PP acusa al PSOE en la conferencia de presidentes) y otra bien distinta es dar trigo. El único partido que este martes se abstuvo en el Congreso de los Diputados en la votación para una resolución por la que se pide las máximas gestiones para resolver el conflicto planteado por Aminatou fue el PP. Alegan los populares que con esa resolución sólo se pretende lavar la cara del Gobierno, cuyo partido, el PSOE, logró consensuar con el resto de los grupos ese pronunciamiento. Retratados quedan todos, pero ahora con el Diario de Sesiones en la mano.