No es el título de una telenovela. Podría ser la crónica de una eventual retirada política anunciada. O las ganas de jeringar que tienen los chicos de la oposición a Soria al menor resquicio. Lo cierto es que en el pleno del Cabildo de Gran Canaria de este jueves, el consejero del PP Juan José Cardona tuvo que sentirse algo incómodo cuando recibió una lluvia de halagos, besos volaos y flores de Luz Caballero (PSC-PSOE) y Carmelo Ramírez (NC). Y todo por haber facilitado en una moción de urgencia, con tiempo suficiente, un voluminoso y espeso expediente de propuesta de financiación para Gran Canaria dentro del marco del convenio de carreteras entre el Gobierno de la nación y la Comunidad Autónoma. Cardona, un tipo siempre abierto y dialogante, tragó saliva y encajó con elegancia las rosas con espinas de los bancos de la oposición. Su moción fue aprobada -como casi todas este jueves- por una sedosa unanimidad, entre risas y fiestas. Hasta el últimamente también dialogante Larry Álvarez -sobre todo, dicen, en las juntas de portavoces- se unió al jolgorio en el siguiente punto urgente, sobre la TDT: “Yo también les he dado con bastante tiempo esta moción de urgencia, la tienen desde que empezó este pleno hace bastantes horas”, dijo desternillado de risa el pepero. Sonó a capote a Cardona e incluso a ataquillo de celos. Nunca se sabe en semejante cerebro.