Las ruindades que Pilar Parejo atribuye a las mentes perversas de las autoridades turísticas insulares, incluyen de todo. Por ejemplo, el otro día en Japón, durante el penúltimo de los fastuosos viajes del presidente de Canarias, los testigos presenciales se quedaron petrificados ante la calidad del material promocional de la isla de Tenerife, que incluía una lujosa publicación sobre las excelencias naturales de la isla y su candidatura a ser Patrimonio de la Humanidad. Frente a eso, un folleto explicativo de Gran Canaria que, sin que sirva de precedente, estaba traducido al japonés, lo que siempre es de agradecer en un ambiente de tantas ruindades. El ejemplo vale para verificar hasta qué grado llega la coordinación de campañas y elementos de cada campaña por parte de Promotur, la nueva Saturno de Parejo. Pero no hay que preocuparse, sólo son ruindades.