Lo malo del debate sobre el “parque temático” en que Cardona quiere convertir el parque de Santa Catalina es lo que queda eclipsado. Este periódico ha vuelto este martes a informar de una de las más llamativas vergüenzas de este comienzo de mandato del Partido Popular en Las Palmas de Gran Canaria, el descarado desprecio con el que la mayoría gobernante trata a las personas más desprotegidas de la sociedad. Todos somos conscientes de que hay que gastar con más eficiencia, que deben reorientarse algunas políticas que en tiempos de vacas gordas dieron para muchas tonterías, pero no es en absoluto de recibo que a estas alturas haya algún tipo de dudas sobre la necesidad de que las administraciones protejan de manera especial a los más vulnerables. Resulta ciertamente preocupante, por no llamarlo directamente escandaloso, que de modo reiterado el PP rechace abrir los centros de menores de atención diurna, destinados a atender a más de sesenta chicos en riesgo de exclusión social. Se trata de centros construidos con fondos del Plan Zapatero que el Ayuntamiento estudia ahora destinar a otras cuestiones alegando que los vecinos no quieren instalaciones así en los tres barrios donde existen (Cruz de Piedra, San Roque y Casablanca III). Una falacia más porque, al menos en dos de estos casos, las asambleas vecinales han dado su aprobación al destino inicial de los centros. Tras las fachadas, los parques temáticos, los grandes anuncios de rebajas de impuestos para 2013, el gobierno municipal da serruchazo a los gastos sociales.