Además de desinflar la euforia soriana, las encuestas están sirviendo también para confirmar la debacle de Coalición Canaria en circunscripciones como Gran Canaria, donde se sale, pero por debajo. En su lugar podría entrar por fin Nueva Canarias con uno o dos parlamentarios, que se sumarían a los que pudiera obtener con diversas alianzas electorales en otras islas. En Lanzarote, por ejemplo, los de Román luchan a brazo partido para evitar que fragüen las ofertas que le llegan a Dimas Martín tanto desde el PP como de CC, a sabiendas de que el PIL en solitario podría volver a quedar descabalgado. En Gran Canaria podría darse un nuevo frenazo a las ansias imperialistas de su excelencia si se confirma lo que dicen las aún prematuras encuestas: el PP y el PSOE se disputarían la primera plaza pero con una ligera ventaja a día de hoy para los socialistas. Pero es en Tenerife donde los populares tienen un verdadero problema porque sus conchabos con ATI podrían pasarle una onerosa factura que, a día de hoy, se traduce en un empate entre nacionalistas y PSOE. En definitiva: 24-23 diputados para el PSOE; 20-21 para CC y 16 para don José Manuel, poco más o menos. A la desesperada, haciendo que corra el aire entre él y Paulino.