Cultura popular de las Islas en las que habitan aparte, los abogados de Oliverio la cogieron este martes con el fiscal Demetrio Pintado. Si durante la mañana tenía que descojonarse por lo bajini ante las críticas de la defensa de Oliverio por su “técnica de interrogatorio de gran profesional” con su cliente, puya dirigida también a Palomino, por la tarde el fiscal ya se puso gallito y ofreció a los abogados “una fotografía mía” como regalo, ante tanta obsesión en el libre ejercicio de la defensa de su cliente. Defensa, por otra parte, que a más de uno entre el público dejó con la boca abierta y tachándolos de su agenda por si se veían algún día de bruces en un banquillo. La señora Ortiz se explayaba sin rumbo fijo ni dejaba responder a su cliente, dando ella misma su versión de los hechos. Pero de tanto darle vueltas, cuando quería poner la palabra en bandeja a Oliverio para rematar a puerta sin portero en la línea de cal -bolsita de polvos blancos incluida-, había enredado tanto que el acusado mandaba la cosa al banderín de córner. Como al reconocer a su abogada que aquella noche llevaba droga encima, pero “hachis”, algo que había negado a Palomino minutos antes. Una de tantas contradicciones de la jornada...