El mensaje de Manuel Fernández puede tener muchas interpretaciones, pero conociendo su simpleza mental a la hora de transmitir sus pensamientos, hemos de concluir que iba dirigido a los que se crean reyes del mambo por tener un acta de diputado, de concejal o de consejero de cabildo. Y va dirigido a los que, particularmente en Tenerife, se la tienen jurada al socio de Coalición Canaria. El PP tinerfeño ya no sabe qué postura del Kamasutra adoptar para poder satisfacer a ATI en aquellos caprichos (vulgo feudos) que considera intocables. Porque José Manuel Soria sabe que necesita los votos del PP tinerfeño para alcanzar los escaños suficientes que le permitan ganar a CC en 2011, pero a su vez es consciente de que no puede hacerlos cabrear más de la cuenta porque eso supondría arriesgarse a que, llegado el sublime momento post electoral, Paulino pacte con el PSOE y lo deje con tras palmos de narices. De ahí que se recompusieran las relaciones entre peperos y áticos en Santa Cruz de Tenerife, el feudo por excelencia del tinerfeñismo, con Cristina Tavío y Ángel Llanos tragando lo indecible.