Mariano Rajoy deja de lado la política para hablar del caso Aitana y del linchamiento mediático sufrido por Diego P. el novio de la madre de la niña muerta tras un accidente en un remo. Dice Rajoy: “Podríamos hablar de política pero yo le hablo de este hombre [Diego] acusado de asesinar a una niña. Este hombre fue presentado a la opinión pública como un delincuente y hay que reflexionar sobre esto. Aquí en Canarias hemos vivido cosas absolutamente injustas. Soy de los que creo que lo que se hizo con José Manuel Soria fue una injusticia, y ahora así lo han dicho los tribunales”. Primera sutil diferencia: Soria fue denunciado ante los tribunales por un presunto delito de cohecho en concurso ideal con el de prevaricación tras unos hechos que resultaron probados, tanto antes de la denuncia como durante la fase de instrucción y hasta en los autos de archivo. No fue un médico el que se equivocó en un parte de lesiones lo que sentó al presidente del PP canario ante una juez instructora. Por tanto, mientras Diego P. fue víctima de los excesos de los demás, Soria fue imputado por sus propios excesos. Pero hay más diferencias, Mariano, no te rajes.