Dada la muy cabreada reacción de Paulino Rivero y la gente de ATI, debemos colegir que habían prometido a Ani Oramas un futuro muy prometedor al frente del Grupo Parlamentario, condición que adquiriría al dimitir la siguiente de la lista y darle a ella tal opción. De nada le habrá servido haberse imaginado frente al espejo aupada a la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados interviniendo en calidad de portavoz en el próximo debate del Estado de la Nación. La petición de Román de desmantelar el grupo entró el viernes a las 18.05 en el Registro de la Cámara, mañana será vista por la Mesa y el martes se calificará el escrito para darle curso. No podremos escuchar a la señora Oramas preguntando aquello de “oye, ¿y qué hora es ahora mismo en Tenerife?” como hizo en aquel viaje a Guatemala para honrar al hermano Pedro.