Fue sólo hace una semana cuando hacíamos votos aquí mismo por tener las fiestas en paz, pero no nos dan tregua los que nos mandan, empeñados como siempre en hacer las cosas al estilo menos prudente, a la par que poco elegante. Nos referimos a la noticia con la que abrimos esta edición de Fin de Año y Año Nuevo, el empeño de Soria de hacer política de baja estofa en torno a la Unión Deportiva Las Palmas. Les habíamos contado en esta sección hace algún tiempo que el alcalde, presidente del PP, candidato más que probable al Cabildo grancanario, y candidato confirmado al Parlamento de Canarias, había hecho algunas escaramuzas alrededor de empresarios conocidos y amigos para ver cómo subirse al carro de la salvación del equipo o, en su defecto, procurar dinamitar las acciones políticas de los demás. Pues bien: confirmado. Los intentos del presidente de la UD y su entorno por vender palcos del nuevo estadio están tropezando con el boicot del alcalde Soria cada vez que puede. Les podemos garantizar que las fuentes consultadas para confirmar esta información son absolutamente fidedignas -como siempre, claro- y que si hemos tardado tiempo en publicarlo es porque esperamos a la tercera confirmación. Que ya llegó.