Más cositas sabrosas en la Autoridad Portuaria de Las Palmas, fuente inagotable de piruetas y triquiñuelas que complican el expediente de José Manuel Arnáiz, político sin carné y sin rumbo. El último Consejo de Administración del organismo decidió nombrar secretario al funcionario Ángel Cervantes, un hombre polémico que tuvo sus más y sus menos con los dos anteriores presidentes de la Autoridad Portuaria. A José Manuel Hernández, Cervantes le hizo una trastatada inolvidable (para el afectado) al impedirle cobrar una indemnización que entonces se adjudicaban los presidentes de autoridades portuarias. A Luis Hernández le hizo un par de pases de pecho que el presidente no le permitió, hasta el punto de destituirlo como secretario del Consejo de Administración. Cervantes, que se mueve muy bien en la Autoridad Portuaria, agitó sus hilos.