Wagner, efectivamente, no da nombre a ninguna plaza de Schamann, pero es muy admirado en Las Palmas de Gran Canaria, donde crece en calidad y en cantidad un selecto club de especialistas y amantes de su obra. Esa admiración ha traído consigo un notable esfuerzo de la Fundación Teatro Pérez Galdós, que ya invirtió una gran cantidad de dinero en Tannhäuser, una idea de Katharina Wagner, bisnieta del compositor, que costó 700.000 euros, entre los 400.000 de la producción y los 300.000 del caché de la codirectora del Festival de Bayreuth. Lo destaca este domingo Canarias7 en contraposición a las veleidades luzardianas, recogidas días atrás por La Provincia, acerca de los casi 400.000 euros que tendrá de coste total la producción de Electra, que girará por varios teatros españoles, incluido el festival de Mérida, y propiciará que haya retorno económico. La inversión de Tannhäusser, en forma de decorados y vestuario, duerme tan ricamente en dos contenedores, resalta el periódico, al tiempo que Juan Cambreleng prepara la muy wagneriana El holandés errante, con otros 500.000 euros de presupuesto. ¿Y Pepa, esa hija del cielo? Mejor calladita, por si alguien le saca lo de los 600.000 de la Fura dels Baus y se le atraganta un nibelungo.