Día internacional de los Océanos

Los microplásticos en el mar, la batalla pendiente de Canarias

El día 8 de junio se celebra el Día Internacional de los Océanos, una fecha con la que desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se pretende concienciar sobre su importante papel en la biosfera y en nuestra vida cotidiana. Los microplásticos se han convertido en una de las principales amenazas, de la que se advierten en multitud de estudios científicos y en Canarias es una batalla pendiente.

La ONU pide “más apoyo que nunca” para los océanos. El agua ocupa un 70% de la superficie terrestre, genera el 50% del oxígeno y alberga la mayor parte de la biodiversidad de la tierra. “Es nuestra fuente de vida y sustento”, recuerda la ONU. Bajo el lema “Planeta oceánico: las corrientes están cambiando”, la organización señala que “el 90% de las grandes especies marítimas de peces están mermadas” y que “el 50% de los arrecifes de coral ya han sido destruidos”.

Las corrientes marinas son imprescindibles. Estas son las encargadas de transportar las aguas frías y cálidas alrededor de todo el planeta, por lo que afecta en gran medida al clima. Además, también se ocupan de intercambiar nutrientes entre las aguas superficiales y las aguas profundas. Sin embargo, la acción humana está provocando el desequilibrio de los océanos.

Según un estudio de la revista Science Advances, el cambio climático está repercutiendo directamente en las corrientes marinas, concretamente en el 77% de las aguas. El aumento de la temperatura dificulta los procesos naturales de los océanos, por lo que esto incide directamente en la biodiversidad. Este mes de abril de 2023 la temperatura del mar alcanzó récords históricos: 21,1º de media, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).

Sin embargo, una de las problemáticas más candentes sobre los océanos son los microplásticos, que son trasladados por las corrientes marinas y terminan en los llamados “puntos calientes” de biodiversidad. La ONU calcula que hay 51.000  millones de partículas microplásticas en el mar, 500 veces el número de estrellas de nuestra galaxia.

Esta situación no pasa desapercibida en Canarias. En el Archipiélago, se encuentra la Corriente de Canarias, aguas frías procedentes del fondo de la costa africana y que pertenece a una de las cuatro áreas de afloramiento más importantes del mundo: baña las costas de América, Europa y África. En los últimos años, se ha podido observar en las Islas la llegada de los microplásticos no solo en nuestras aguas, sino en otros puntos, como en el agua potable, en la nieve del Teide o en acuíferos de El Hierro.

Esta no es la única realidad. El estudio realizado por la la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN), concluye que los microplásticos en las Islas ya se encuentran en la cadena trófica. Otra investigación como la del proyecto IMPLAMAC determinó que los microplásticos ya se encuentran en 17 playas del Archipiélago, sin contar la basura flotante que se localiza en las aguas canarias, residuos que llegan desde Norteamérica.

Canarias es una de las comunidades autónomas que más desperdicios genera: en 2019, produjo 3,8 millones de toneladas según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, se corona como punto caliente de concentración de basura en sus costas.

A pesar de la gravedad del asunto, actualmente en Canarias no hay ninguna política para actuar sobre los microplásticos. La única acción que se lleva a cabo es primordialmente la limpieza de playas, que son impulsadas por organizaciones, como ONG Canarias Libre de Plásticos, o desde centros educativos. Además, también se interviene a través de charlas y talleres de concienciación.