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El nivel del mar que rodea a Canarias sube cada año tres milímetros como máximo

El barrio costero de San Andrés (Tenerife), uno de los puntos en riesgo por las inundaciones

Toni Ferrera

Las Palmas de Gran Canaria —

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La subida del nivel del mar en Canarias continúa ganando evidencia científica. Un nuevo estudio publicado en la revista Geosciences revela que el océano alrededor del Archipiélago aumenta cada año tres milímetros como máximo, un poco más o menos según la isla analizada. Los resultados coinciden con otras investigaciones de misma índole y alertan del posible impacto para finales de siglo, cuando el incremento acumulado ya sea de decenas de centímetros.

“Un milímetro puede parecer muy ridículo. Pero a finales de siglo podríamos tener medio metro de subida por el aumento registrado entre el siglo XX y el XXI. En territorios con acantilados, no importa. Sin embargo, en playas con poca pendiente podría comerse toda la costa. Y a eso hay que unir el oleaje, que puede provocar destrozos aún más graves que los vistos hasta ahora”, asegura Manuel Vargas-Yáñez, científico titular en el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y autor principal de la investigación.

El científico explica que el mar ganó altura el siglo pasado a un ritmo aproximado de dos milímetros cada año. Pero desde la década de los 90, “ese ritmo se ha duplicado” y ahora vemos cifras que rozan o superan los tres milímetros. De acuerdo con el trabajo académico publicado por Vargas-Yáñez y otros colegas expertos, el incremento contabilizado entre 1993 y 2019 en Arrecife es de 3 milímetros como máximo, en Las Palmas de Gran Canaria de 2,9 milímetros y en Santa Cruz de Tenerife de 3,1 milímetros.

Los resultados han sido obtenidos mediante pequeños dispositivos, denominados altímetros, ubicados en los satélites. Estos aparatos lanzan una onda electromagnética que rebota y, en función del tiempo empleado para “ir y volver”, aclara Vargas-Yáñez, es posible determinar la altura exacta del nivel del mar. La misma metodología ha sido utilizada en otros estudios recientes, como uno difundido el año pasado en la revista Marine Science and Engineering que prevé un incremento de 18,1 centímetros para 2050.

La investigación del científico del IEO no solo detalla el crecimiento anual, sino también a qué se debe. Y en este sentido, tres factores entran en escena (aunque unos son más importantes que otros): el aumento de la temperatura de los océanos, el derretimiento de los glaciares y la salinidad. Al menos los dos primeros tienen que ver con el calentamiento global. “Llevamos muchos años incrementando paulatinamente la temperatura del agua. Y ya podemos decir que el nivel del mar ha podido subir varios centímetros por esto mismo”, apunta Vargas-Yáñez.

En abril de este mismo curso, los océanos registraron una temperatura media de 21 grados centígrados, el valor más alto de los últimos 45 años, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en sus siglas en inglés). Que el calor comience a acumularse en los mares no solo causa mortandades en especies marinas incapaces de adaptarse o huir, sino también dilata el agua. Y eso puede comprobarse con un experimento muy sencillo, añade el investigador del IEO.

“Tú coges un vaso de agua y marcas el nivel con un rotulador indeleble. A continuación, lo introduces en un microondas y, tras unos minutos, verás que cierta cantidad se evapora, pero, a pesar de ello, el agua está por encima de la marca porque se ha dilatado. Al hacerlo, ocupa más volumen”, remacha el experto.

Pero la causa que más contribuye al aumento del nivel del mar es el deshielo de los glaciares. De hecho, la investigación de Vargas-Yáñez y cía precisa que este motivo monopoliza las subidas registradas en todas las localizaciones del estudio (Arrecife, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife y otros puntos de la Península y Baleares), salvo en la playa de L’Estartit, en Cataluña, donde tiene gran influencia la salinidad.

Precisamente, la prestigiosa revista Nature publicó en 2022 un estudio que concluye que solo el deshielo de las capas más superficiales de Groenlandia podría elevar el nivel global del mar en al menos 25 centímetros, incluso si los seres humanos dejaran inmediatamente de quemar combustibles fósiles que están calentando el planeta hasta niveles peligrosos. Vargas-Yáñez recuerda que a eso habría que sumar el derretimiento de hielo en la Antártida, de ahí las cifras alarmantes reportadas hasta ahora.

“El deshielo de la Antártida, Groenlandia… Esa agua después no se distribuye de forma exacta. No es como si vertiéramos el líquido sobre una bañera que se reparte por igual en toda la superficie. En el océano hay corrientes marinas que distribuyen el volumen a unos sitios más que otros. Pero creo que se trata de una diferencia secundaria. El ascenso del nivel del mar es global y, salvo excepciones, va a afectar a todo el planeta de forma grave”, razona el científico del IEO.

El trabajo de Vargas-Yáñez y el resto de firmantes recoge que el aumento máximo anual del nivel del mar en España varía de los 4,1 milímetros de Málaga hasta los 1,8 de Palma de Mallorca. Los autores también utilizaron mareógrafos para calcular esto mismo, pero reconocen que dicha metodología presenta deficiencias técnicas.

Impacto desigual

En Canarias, alrededor de 442.000 personas residen a menos de 500 metros de la costa, según la Estrategia Canaria de Acción Climática (ECAC), aprobada esta misma semana. La subida del nivel del mar podría “incrementar el riesgo de inundaciones, crecidas de barrancos y de deslizamientos de tierras”. Pero la afección no va a ser uniforme. Algunos municipios sufrirán más que otros.

El primer mapa de riesgos climáticos de las Islas, elaborado por el proyecto PIMA Adapta Costas de Canarias, revela que las localidades de Pájara y La Oliva, en Fuerteventura, Teguise, en Lanzarote, San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria, y Arona, en Tenerife, presentan niveles de riesgo por encima de la media, en especial las regiones de las islas orientales. En la provincia occidental, la exposición es mucho menor.

Otros estudios han ido un paso más allá y han investigado las consecuencias del incremento del nivel del mar y las tormentas marinas en comarcas concretas. En Mogán, por ejemplo, una investigación publicada en Remote Sensing concluyó que las playas de este municipio, el segundo en cuanto a pernoctaciones turísticas de la isla de Gran Canaria, podrían desaparecer si el planeta no frena el peor escenario climático posible, en el que la superficie del océano podría elevarse cerca de 70 centímetros para finales de siglo.

El incremento del nivel del mar también prevé una mayor intrusión salina que podría dañar los acuíferos, lo que “afectaría a la extracción de estos y a la calidad de sus aguas por alta presencia de cloruros, afectando a los recursos subterráneos (principalmente pozos) que tienen una especial relevancia para la agricultura en Canarias”, según indica la ECAC.

La Estrategia Canaria de Acción Climática prevé implementar un sistema de seguimiento y evaluación continua del nivel mar en las Islas, así como una valoración del estado de las edificaciones, las infraestructuras y el patrimonio cultural. El programa fue acordado en el marco de la Ley Canaria de Cambio Climático, aprobada en diciembre de 2022 por los grupos del Pacto de las Flores (PSOE, Nueva Canarias, Podemos y ASG) y Coalición Canaria. Partido Popular y el Grupo Mixto votaron en contra.

Está por ver si ahora, con la posible conformación de un nuevo Ejecutivo regional entre CC, PP, ASG y AHI, la ley continúa en vigor. Los populares ya avisaron que derogarían la norma en caso de gobernar

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