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Transición Ecológica alertó de la falta de información para evaluar de manera “adecuada” el impacto de Cuna del Alma

Picas y excavadoras sobre El Puertito de Adeje, Tenerife

Toni Ferrera

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El Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) alertó en diciembre del año pasado que no contaba con información suficiente para evaluar de manera “adecuada” el impacto ambiental del polémico proyecto turístico de Cuna del Alma, en el Puertito de Adeje (sur de Tenerife), según un informe al que ha tenido acceso Canarias Ahora.

La Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del MITECO recibió el encargo de analizar la posible afección de la iniciativa, que prevé levantar más de 3.600 camas turísticas en una de las últimas zonas libres de cemento del sur de Tenerife, por parte de la Dirección General de Costas del Gobierno de Canarias, conformado por Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP).

El Ejecutivo regional quería que el Ministerio analizara específicamente el impacto que el plan causará en la parcela afectada por la servidumbre de protección del dominio público marítimo-terrestre que ya está ocupando Cuna del Alma. Se trata de un terreno de casi 2.400 metros cuadrados, lo que supone un 5% del total de la unidad de actuación (45.590 metros cuadrados), donde la promotora está levantando una piscina descubierta, un restaurante y un aparcamiento para buggies.

Justo delante se encuentra un espacio marino protegido de la Red Natura 2000, la zona especial de conservación (ZEC) ‘Franja Marina Teno-Rasca’, donde se hallan el hábitat de interés comunitario ‘Bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina poca profunda’ y las especies de interés comunitario tortuga boba y delfín mular, ambas incluidas en el Listado de Especies en Régimen de Protección Especial y catalogadas como ’vulnerables’ en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

Esta zona ZEC está a menos de setenta metros del proyecto. Pero es que cerca de él existe además un “área de importante conservación” para el delfín mular y un “área sensible” de angelote, una especie de tiburón en peligro de extinción que tiene en Canarias el “último bastión” para intentar salvarse.

La “documentación proporcionada” por la promotora de Cuna del Alma, sin embargo, “carece de información detallada” sobre las actividades específicas a desarrollar en esa parcela, el cronograma de ejecución de las obras y la maquinaria prevista. Y, por lo tanto, el Ministerio “no posee suficiente información” para poder evaluar su “posible afección” sobre los valores naturales que conforman la zona ZEC mencionada.

Pero el informe del MITECO va más allá y advierte de que, “debido a su magnitud y proximidad”, no se puede descartar que el proyecto de Cuna del Alma en su conjunto cause daños al medio marino “sin disponer de un análisis detallado de sus características”. Aquí el Ministerio alude a un hecho conocido desde hace años: Cuna del Alma no tiene evaluación de impacto ambiental. Fue uno de los motivos por los que el anterior Gobierno de Canarias, liderado por el denominado ‘Pacto de las Flores’ (PSOE, Nueva Canarias, Podemos y ASG), paralizó las obras. Suspensión que luego levantaron CC y PP al entender que no se empleó el “procedimiento previsto en la ley” para ello. Es decir, un problema de forma, no de fondo.

La Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del Ministerio recuerda que, de acuerdo con el plan de gestión de la ZEC ‘Franja Marina Teno-Rasca’, las “presiones relevantes” sobre este espacio tienen que ver con la modificación del litoral y el incremento de las aguas residuales. El organismo agrega en su escrito que el turismo masivo “deriva en una acumulación de impactos sobre la fauna y flora marina que exacerba los problemas ambientales a largo plazo”.

Y lamenta que esos “impactos acumulativos” hayan quedado fuera del análisis realizado por la promotora de la iniciativa, la mercantil Segunda Casa Adeje SL, lo que “representa una preocupación significativa para la conservación de la biodiversidad marina”.

Ante ello, el MITECO consideró que la información disponible “no es suficiente” para poder descartar o no la afección de Cuna del Alma sobre los valores naturales de la citada ZEC. Y solicitó más documentación, tanto de las obras concretas en la parcela de dominio público como del proyecto al completo.

Canarias Ahora preguntó a la Consejería de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad, liderada por Pablo Rodríguez (CC), si el Gobierno canario había requerido al promotor la información reclamada por el Ministerio. Una portavoz del departamento se limitó a responder lo siguiente: “Dicho documento [en referencia al escrito del MITECO] está dentro de unos expedientes judicializados, con lo que el acceso a la información desde ese momento se remite a los personados en dichos procedimientos, quedando los expedientes suspendidos hasta su resolución”.

Este periódico preguntó igualmente a la promotora si entregó dicha información, pero hasta la fecha de publicación de este artículo, no ha obtenido respuesta.

Lo que pidió la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina del Ministerio en diciembre del año pasado fue una memoria de las actividades a desarrollar en la parcela de dominio público, el diseño de un protocolo de contingencia ante posibles vertidos accidentales o residuos al mar y una memoria que evalúe los impactos del incremento de actividad en el medio marino. Esa memoria, incide el informe, debe tener en cuenta la “sensibilidad” de la zona para el angelote y considerar, también, los posibles efectos sobre el comportamiento de la especie, la perturbación de sus áreas de refugio y el riesgo de degradación del hábitat marino por la actividad humana.

Pero eso no es todo. El MITECO ve “imprescindible” que Cuna del Alma se someta a una “evaluación integral” de sus efectos sobre la Red Natura 2000, “por lo que debe ser informado en su totalidad” por parte de la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina.

“Para garantizar una valoración técnica adecuada”, el organismo ha pedido: una memoria del proyecto que especifique los procesos constructivos previstos, la maquinaria a emplear, sus plazos…; otra memoria, en este caso de evaluación de repercusiones sobre la Red Natura 2000, que detalle sus efectos sobre la zona ZEC, los fondos bentónicos circundantes de la zona y la fauna (con especial atención al angelote). El Ministerio precisa que este análisis no puede ser “meramente descriptivo”, sino que debe ser un estudio “detallado” de los posibles impactos ambientales de las fases de construcción, explotación y desmantelamiento.

También ha reclamado el MITECO un protocolo de contingencias general ante posibles vertidos accidentales o residuos al mar, una “descripción técnica detallada” del destino y tratamiento previsto para las aguas residuales y pluviales generadas por el nuevo complejo (concretando si se utilizará una depuradora existente o se instalará una nueva, cómo se gestionará el “incremento de carga”, si hará falta un emisario submarino…), y un estudio bionómico (investigación que mapea y analiza las comunidades biológicas en un área específica) de al menos un radio de 500 metros de la zona costera del Puertito de Adeje.

La Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina llegó a rogar, literalmente, toda esa información “con el fin de poder hacer un correcto seguimiento de la ejecución” del proyecto turístico Cuna del Alma, cuyas obras fueron reactivadas hace poco más de un año y continúan a destajo en estos momentos.

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