Chirigóticas, un carnaval ilegal y descarado
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El madrileño Mercado de Chamberí ha servido de telón de fondo para presentar este martes el espectáculo 'La maleta de los nervios', de la compañía gaditana Chirigóticas, bajo la dirección de Antonio Álamo. Se trata del estreno en Madrid, en los Teatros del Canal, de esta comedia, cantada y hablada, que se podrá ver hasta el 24 de abril y que muestra la teatralidad crítica y mordaz de esta compañía.
Chirigóticas se enfrenta a su segundo montaje ahondando en su particular lenguaje y manteniendo sus señas de identidad: comedia en la que la creación de personajes y el desarrollo dramático se imbrica con la tradición gaditana del carnaval ilegal. El dramaturgo y director Antonio Álamo ha escrito una partitura escénica con los textos y canciones de Ana López Segovia.
Por esta historia desfilan amas de casa singulares: la loca, Luisa; la muy apañada, Macarena; la perfectísima cuñada; Milagros, que ha caído mala de los nervios y, últimamente, le da por hablar con las cacas de los perros, o la Klaudyna, rumana que vino andando, según declara, desde el mismo Bucarest.
'La maleta de los nervios' es una comedia coral de mujeres que parece que no hacen nada pero que en realidad hacen un montón de cosas. La obra se sitúa en el año 2010. Los mercados de todas las capitales del globo terráqueo han sufrido un descenso abrupto e inesperado. Las empresas cierran, se despide a los trabajadores. Los gobiernos están en la cuerda floja. La población está desesperada. La crisis se extiende como una mancha de aceite. Una ciudad, poblada por irreductibles mujeres, resiste las embestidas y cornadas de esa crisis, desplegando una sabiduría nada común, así es como define la compañía su espectáculo.
DESCARADAMENTE DIVERTIDO
La unión de las canciones con la acción está perfectamente ensamblada, y el lenguaje que usan estas mujeres carece del pudor que la sociedad exige al comportamiento femenino. La dirección de Álamo ha creado un espectáculo descaradamente divertido. En las letras de Ana López Segovia hay lujuria formal y lujuria de contenido, con la intención de plasmar lo que pasa en la calle.
La compañía busca con este espectáculo, salir de la calle para entrar en el teatro, pero sin perder de vista de dónde se viene. Para ello, realiza un tratamiento descontextualizador de los distintos elementos escénicos. Primero el vestuario: la propuesta se inclina hacia el realismo, para el que se bucea en modelos de la calle. Irónicamente, esos modelos parecen en ocasiones ser víctimas de su propio disfraz.
En segundo lugar los elementos escenográficos y de atrezzo son o parecen ser elementos cotidianos, y apenas modificados, (barreños, sábanas o banquetas) si bien en ocasiones esos elementos funcionan de una forma nada cotidiana, como la sábana que se convierte en una pantalla de proyección o la banqueta que hace las veces de un velador.
Los miércoles y jueves de las dos semanas que 'La Maleta de los nervios' estará en cartel, después de la función, todos los espectadores que lo deseen podrán encontrarse con las actrices en la cantina del teatro.