El Cuyás te pone a prueba
El argumento es sencillo: cuatro candidatos se enfrentan a un proceso de selección para una importante multinacional. En este caso, la selección, nada convencional, se realizará con un método concreto, el método Grönholm. Pero los aspirantes, ¿a qué están dispuestos a renunciar para conseguir el trabajo? ¿Hasta dónde son capaces de llegar para ser el elegido? Y sobre todo, ¿cuáles son los límites morales de los candidatos?. El escenario del teatro Cuyás se convertirá desde este viernes en un combate donde se desnudan los sentimientos, las ambiciones y la envidia. Con un reparto de lujo, El Método Grönholm saca a relucir las miserias del ser humano en favor de un sólo propósito personal.
El Método Grönholm
Después de tres años de representaciones ininterrumpidas, esta singular pieza de Jordi Galcerán y dirigida por Tamzin Townsend, ha dejado de ser una función teatral para pasar a convertirse en un fenómeno. Las claves del éxito de esta función están en que “es un texto muy potente”, explica Carlos Hipólito, uno de los cuatro candidatos al alto puesto ejecutivo. “Lo básico para que una obra triunfe es tener un texto que conecte con el público”.
Un éxito que también ha cosechado en Las Palmas de Gran Canaria, donde, tras agotarse las butacas para dos de las tres únicas funciones inicialmente programadas en la isla para el viernes y el sábado, el teatro Cuyás ha contratado otras dos sesiones extraordinarias más para el lunes y el martes en respuesta a la gran demanda del público.
Elaborada con un humor inteligente, llegando incluso a “ser ácido y sarcástico en ciertas ocasiones”, a Hipólito no deja de sorprenderle la espectacular reacción del público, “aunque como toda buena comedia tiene un trasfondo dramático. Está muy bien construida, con un sentido del humor muy elaborado, que hace reflexionar y que invita al espectador al debate posterior”, señala. Sin duda, “es un gran acierto del autor”.