Patti Smith: gloria para el Arrecife
Había algún que otro indicio ligeramente sospechoso, como que necesitara sacarse unas gafas y leer parte de las letras de “Birdland” (aunque siendo justos, esa canción es una verdadera avalancha de líneas). O que el comienzo con la maravillosa “Dancing Barefoot” no acabara de cuajar. Y bueno, cuando alguien que se ganó su fama como “madrina del punk” se presenta con una banda en formato acústico, choca un poco.
Pero ahí termina el catálogo de pegas -bastante nimias- que se le pueden poner al concierto de Patti Smith este sábado en el Auditorio Alfredro Kraus de Las Palmas de Gran Canaria dentro del festival Arrecife de las músicas. Incluso en “Birdland”, que es uno de los temas de su repertorio donde la interpretación lo es todo, acabó dejándose ir, tirando los folios al suelo y sacudiéndose para deleite de un público dispuesto a aplaudir cada uno de sus gestos. Y ella se dejaba querer, paseándose sosegadamente de un extremo al otro del escenario, saludando y chapurreando una pizca de español (por lo menos sabe decir “sardina”).
Lo curioso es que con tanto instrumento acústico uno podía olvidarse de que había otra leyenda sobre el escenario. Me refiero a su fiel guitarrista Lenny Kaye, que la ha acompañado durante décadas y tuvo su momento de lucimiento cuando Patti abandonó el escenario para sentarse en la primera fila y disfrutar como una más del popurrí garajero que se marcó Kaye con versiones de los temas “Night Time” y “Pushin' Too Hard”. Ambos aparecieron por cierto en el imprescindible recopilatorio Nuggets, que él mismo ayudó a preparar a principios de los años setenta.
Lenny Kaye ejecutó entonces su mejor solo de la velada y no volvió a llamar la atención, pero eso no significa que el resto fuera un concierto de MTV Unplugged. Y es que cuando hasta Patti cogía una guitarra aquello en términos de volumen podía competir con la electricidad de cualquier grupo de rock.
Entre dedicatorias al escritor Roberto Bolaño y el fotógrafo Robert Mapplethorpe, Patti Smith iba reservándose dos de sus temas más populares para el sprint final. “People Have The Power” y “Because The Night” son buenas canciones, y con ellas logró levantar al público por primera vez. pero me parecen ajenas a las facetas que más me interesan de su música (se nota que la segunda la escribió junto a Bruce Springsteen, con perdón).
Ya en el bis tocó “Perfect Day” de Lou Reed, que versionara en 2007 en un EP complementario a su álbum Twelve. Una bonita sorpresa, sólo faltaba la guinda que llegó con “Gloria”. Cualquier aficionado de la música rock que se precie conoce esa canción que abría el disco Horses (no necesariamente el mejor pero sin duda el más representativo de Patti Smith), así que no hace falta decir que escucharla en vivo es una pasada, y que a más de uno lo dejó en la ídem.