El sofá de Oscar Niemeyer
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Maquetas, dibujos, croquis, libros, fotografías, una escultura, proyecciones, películas e incluso un sofá resumirán el trabajo del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, en la muestra que hasta el 22 de noviembre se celebrará en la sala de Exposiciones de la Fundación Telefónica, en Madrid.
Presentada por Fundación Telefónica, con la colaboración de la Fundación Cultural Hispano-Brasileña, la muestra está comisariada por Lauro Cavalcanti y se trata de la retrospectiva más completa realizada en España hasta la fecha. La exhibición incluye desde sus primeros proyectos de arquitectura moderna en Brasil hasta las obras más recientes, como el Centro Niemeyer de Avilés, en proceso de construcción y el único trabajo en España de este arquitecto que a sus 102 años de edad continúa con su tarea creativa.
Niemeyer es una de las figuras clave de la arquitectura moderna. Reconocido internacionalmente por sus proyectos innovadores y sus aportaciones mundiales a la arquitectura de los siglos XX y XXI, pertenece a la estirpe de brasileños que han contribuido al crecimiento experimentado por este país desde mediados del siglo XX.
“CURVA LIBRE Y SENSUAL”
El arquitecto, que proyectó la capital Brasilia junto al urbanista Lucio Costa, ha contribuido a crear una nueva perspectiva de la arquitectura, en la que la línea curva es la protagonista de sus obras. “No es el ángulo recto el que me atrae, ni la línea recta, dura, inflexible, creada por los hombres. Lo que me atrae es la curva libre y sensual. La curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las ondas del mar, en las nubes del cielo, en el cuerpo de la mujer amada. De curvas está hecho todo el universo”, declaró el arquitecto en más de una ocasión.
Niemeyer es asimismo pionero en la exploración de las posibilidades del hormigón armado. Transforma este material y con la curva lo hace regresar a las formas de la naturaleza creando estructuras dinámicas y livianas que se adaptan a las condiciones medioambientales.
Conocido también por su lado humanista, el arquitecto inicia sus trabajos con trazos y dibujos, luego escribe textos para argumentar los croquis y finalmente, cuando tiene todo claro, desarrolla los proyectos arquitectónicos, que tienen un fuerte compromiso político, social y cultural, ya que para él “la vida me parece más importante que la arquitectura”.