La sonrisa de Julia: 'La carrera hacia el progreso material hace que se nos olvide quiénes somos'

MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

Diego Rojo, Raúl Delgado y Marcos Casal Cao, se han refugiado en la naturaleza para alumbrar su último disco, 'El hombre que olvidó su nombre' (Warner), un trabajo de tintes metálicos pergeñado más allá del “progreso meramente material”.

En declaraciones a Europa Press, Marcos Casal Cao, el vocalista de La sonrisa de Julia, se muestra tan ilusionado como un niño con playeras nuevas cuando habla de su último disco, engendrado en el corazón de Loredo (Cantabria), lejos de la ciudad y su idiosincrasia.

En el proceso, Marcos Casal se ha inspirado en el entorno de su región, tras abandonar la capital de España en busca de “todo aquello que no se puede comprar”. “Estratégicamente nos venía bien estar en Madrid pero necesitábamos vitalmente esta escapada”, ha subrayado.

“Después de 'Bipolar' -su anterior disco-, decidimos irnos de Madrid y quedar en una casa alquilada en Cantabria. Lo convertimos en un campamento musical. Allí estábamos en contacto con lo natural, cogíamos olas y comíamos lo que pescábamos”, ha precisado el cantante.

EN BUSCA DE SU PROPIO ESTILO

Así, La sonrisa de Julia fue trazando un camino “totalmente nuevo”, más allá de los lugares comunes, escapando, a su vez, de la etiquetas y de los estereotipos. “Después del primer disco teníamos la etiqueta de ser los 'Coldplay' españoles”, explica Marcos Casal entre risas.

“Para nuestro primer trabajo, rechazamos grandes ideas porque no sonaban 'britpop'. Pecaba de pretender algo, pretendíamos sonar británicos. Es un error que no queríamos repetir. Desde 'Bipolar', perdimos el miedo de sacar lo que llevamos dentro”, ha subrayado.

De este modo, el grupo huyó de la capital, donde, según Marcos Casal, “lo más importante es consumir algo nuevo que te va a permitir ser feliz... hasta que sale algo más nuevo”, dejando atrás “lo meramente material” y recuperando el contacto con su identidad.

Así aprendieron a “olvidarse de los estilos” y a buscar “melodías redondas” y, por el camino, se dieron cuenta de que después de todo sobrevivirían sus canciones. Entonces, siguieron trabajando con la sensación “mágica” de que su nuevo álbum perduraría “para siempre”.

EL SURF COMO FILOSOFÍA VITAL

“El hombre está olvidando lo que es. Convertimos en un vertedero ese entorno tan maravilloso, tanto que nosotros mismos nos vamos a convertir en ese vertedero. 'El hombre que olvidó su nombre' habla de eso. Hay un mundo más allá del ser humano”, ha precisado el vocalista.

Su filosofía vital se identifica con el surf, algo más que un deporte, casi una religión. “El surf es algo muy crudo, muy natural; así te pones en armonía con algo que viene de miles de kilómetros de distancia. Es un proceso muy místico”, ha explicado Marcos Casal.

Cuestionado por una película “mítica” para los surfistas, 'Le llaman Bodhi' (Kathryn Bigelow, 1991), el cantante se conmueve y vuelve a hablar de las olas: “Los surfistas tienen una relación especial con el mar y todos se implican en respetar el entorno”.

“El surf ha ayudado a la gente a respetar el planeta; pero nosotros lo hacemos por egoísmo, no por ecologismo. Nos gusta disfrutar del planeta. El surf te hace consciente de qué pasará si utilizamos el mar como vertedero, porque el mar lo devuelve todo a la orilla”, ha dicho.

El 1 de febrero, 'El hombre que olvidó su nombre' verá la luz y, ese mismo mes, La sonrisa de Julia presentará el disco en Barcelona, Zaragoza o Santander, para terminar regresando a Madrid en los próximos meses, en donde comenzaron su carrera hace ya nueve años.

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